miércoles, 16 de abril de 2008

EL MEOLOCOTONAR MÁGICO


Este chiste lo cuenta como nadie mi tato, que es un crac poniendo acento el acento de payes mañico. Sin contarlo de viva voz supongo que perderá bastante pero ahí va:

En esto que se acerca el Pepe al Manuel y le dice
- Manuel, Manuel que ma salió un melocotonar mágico en el huerto que te da el sabor de lo que quieras.
A lo que el Manuel le contesta al Pepe:
- Anda ya! Tú lo que quieres es tomarme el pelo, ¿cómo vas a tener tú un melocotonar como ese?
En eso que el Pepe le dice que al finalizar su jornada matutina se pase por su huerto que el se lo enseña y le da a probar el melocotón del gusto que quiera.
Así que llega el Manuel todo escéptico a donde el huerto de Pepe y le dice:
- ¿Este es tu melocotonar mágico? Pues a mí me parece de lo más normal. A ver por ejemplo ahora que acabo de terminar mi jornada me apetece una buena tortilla de papas. ¿A que no puede dar de eso tu arbolillo?
El Pepe to convencido saca un libro más gordo que la enciclopedia Salvat en un solo tomo y dice:
- Rama 46, ramificación 23, hoja 35, aquí está, este es.
El Manuel que lo prueba y todo sorprendido dice:
- Ostia sí, sabe a patata pero ¿y el huevo?
- Dale la vuelta- le contesta Pepe.
- La virgen que árbol más cojonudo tortilla de patatas! ¿Pero amos que después del entrante un buen bistec con pimientos ya sería demasiado verdad?
El Pepe que repite el mismo ritual del libro, le señala un melocotón y al probarlo el Manuel le contesta:
- Joder cojonudos los pimientos pero ¿y el bistec?
- Dale la vuelta, hombre, dale la vuelta...
- Ostia puta, bistec con pimientos vaya mina tienes tu aquí... Pero claro después del atracón nada mejor para refrescarse que un tintillo de verano ¿no?
Después de volver a consultar el libro el Pepe le acerca un melocotón al Manuel y este tras catarlo le comenta a Pepe:
- Joer el vino bueno, pero le falta la casera, yo es que sin la casera no como...
- Dale la vuelta, hombre, dale la vuelta...
Entonces llegado a este punto, ya comido y bebido al Manuel se le ocurre el sabor ideal e imposible que se lo pueda proporcionar el melocotonar.
- Pepe, amigo mío, a mí después de comer lo que más me gusta es comerle el coño a mi mujer!
- No me digas más Manuel, este me lo sé de memoria. (Tras susurrar algo parecido a ramificación sesenta y nueve... le da el preciado manjar a Manuel)
Este todo emocionado se dispone darle un enorme bocado y tras ello escupe el melocotón y con cara de asco le grita a Pepe:
- JODIO ESTO SABE A MIERDA!!!- Claro hombre, dale la vuelta...

* Copiado tal cual de mi anterior blog, del que ire recuperando poco a poco lo que se quedó por ahí. Economización de esfuerzos se llama (que se lo pregunten sino a Ana Rosa Quintana :P)

1 comentario:

jm dijo...

per cert a vere si actualitzes...

al blog del Bellvís hi ha una nova enquesta,,, crec que t'agradarà :D

bona setmana